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sábado, 16 de abril de 2022

 



EGIPTO, DON DEL NILO. UNA CIVILIZACIÓN CERRADA EN SU MEDIO GEOGRÁFICO.

 

 


                                           Templo de Hatshepsut también llamado Deir-el-Bahari

 

Las Civilizaciones Fluviales, Potámicas o Hidraúlicas surgen en torno a  grandes ríos y son de un gran interés para la Historia de la Humanidad. Aparecen durante el Neolítico, desarrollando unas culturas propias. Entre otros muchos adelantos e inventos aparecería la escritura. Las principales Civilizaciones Fluviales de la antigüedad fueron la Egipcia, las Mesopotámicas, la Hindú y la China.

 Las civilizaciones mesopotámicas se desarrollaron en la región situada en el Asia Menor, en la Península de Anatolia, entre los ríos Tigris y Éufrates. La Egipcia surgió en el valle del río Nilo ,en el noreste de África; el río Indo dio origen a la civilización Hindú; y el río Amarillo a la civilización  China. Las orillas de estos ríos estaban ocupadas por tierras muy fértiles y fáciles de regar, lo que provocó un gran desarrollo de la agricultura y del sedentarismo.

 El crecimiento económico obtenido produjo grandes cambios: la población aumentó y las pequeñas aldeas crecieron hasta convertirse en grandes ciudades; apareciendo la división del trabajo , las clases sociales, el poder político y los grandes mandatarios.

Todas las civilizaciones fluviales presentan  características similares a éstas:

Un poder político fuerte que se concentró en un rey, quien dictaba las leyes, mandaba sobre el ejército y solía cumplir funciones religiosas. Para administrar y proteger sus posesiones, los reyes crearon un cuerpo de funcionarios para administrar sus territorios y formaron grandes ejércitos.

 La sociedad estaba muy jerarquizada. La población estaba dividida en dos grupos muy diferenciados: una minoría de privilegiados, que eran los propietarios de la mayor parte de las tierras, las riquezas y los principales cargos públicos, y una mayoría sometida.

 Se hicieron grandes obras públicas y de todo tipo. Los reyes potenciaron la construcción de canales, que permitían llevar agua a tierras hasta entonces secas, con los que las cosechas aumentaron. También edificaron grandes palacios, templos y tumbas para demostrar su poder, entre éstas destacan las pirámides de Egipto a las que haremos referencia más adelante.

Egipto fue la primera, entre las antiguas civilizaciones fluviales, que tuvo una estructura política estable y unitaria. Surgió así, en la cuenca del Nilo, un Estado burocrático centralista que logró sobrevivir tres milenios.

Las razones de esta extraordinaria actividad se encuentran no sólo en la posición geográfica del relativo aislamiento  del país defendido por el desierto, (formidable barrera natural contra las olas migratorias de pueblos limítrofes), que caracterizaron la atormentada y violenta historia mesopotámica, sino también en la sólida estructura estatal que desde la primera época dinástica se presentó como una teocracia absolutista.

Seguidamente nos vamos a ocupar del ejemplo del río Nilo, en Egipto, y el medio geográfico que lo rodea. La geografía de este país favoreció la creación de una cultura en la que las influencias exteriores fueron relativamente escasas.

El Egipto antiguo fue excepcional en su ubicación y único en su permanencia, con una gran mezcla de elementos geográficos y humanos.

Configuradas las condiciones políticas importantes , necesarias, y establecidos los fundamentos de las creencias religiosas, y su liturgia, la aparente inmutabilidad del mundo, egipcio es unanota muy distintiva, salvo en circunstancias muy excepcionales, como los intentos reformadores del faraón Amenofis IV.

El poder establecido en Egipto fue autárquico en el contexto de una economía agraria que fue sólo posible gracias al Nilo y a sus inundaciones, pero nunca debido a la pluviosidad que era casi inexistente. La importante fuerza del estado faraónico se apoyaba en dos pilares fundamentales: la naturaleza divina del soberano y  mo-narca absoluto, jefe religioso y dios del mismo- y la solidez de un aparato burocrático cuya complejidad y eficiencia no tiene parangón en el mundo antiguo.

La política exterior de Egipto se centró esencialmente en la defensa a  ultranza de sus fronteras, amenazadas constantemente por violaciones por parte de los nómadas asiáticos (beduinos), especialmente en las regiones del Delta. También la fertilidad y las riquezas del Valle del Nilo provocaron la codicia de los pueblos vecinos. La navegación por el Nilo regulaba la vida, desde el comercio o el transporte de soldados, hasta las fiestas religiosas y las peregrinaciones funerarias. Las zonas básicas del país fueron el Valle del Nilo, el Delta y el Fayum.

En la antigüedad la inundación de este gran río, entre los meses de julio y octubre ( desde abril a junio el río tiene los niveles más bajos de agua) cubría la mayor parte del Valle y del Delta. Sus aguas proceden del llamado Nilo Azul (desemboca en el Nilo cerca de Jartum), que nace en las tierras altas de Etiopía, y del Nilo Blanco que procede del lago Victoria, en África central, y que tiene un caudal casi constante a lo largo del año. Después de la bajada del nivel de agua, se sembraban, entre octubre ynoviembre-según el momento- esas zonas y el limo existente favorecería la gran producción agrícola.

Las cosechas principales eran de tipo cerealista para hacer pan, fabricar cerveza…; la cebada y el trigo eran fundamentales.

Legumbres, como las lentejas y garbanzos; las hortalizas, como las lechugas, ajos, cebollas; los dátiles y las plantas forrajeras para los animales, formaban parte de la producción más importante .La miel era el principal edulcorante. La carne más preciada era la de vacuno, aunque también lo fueron la de oveja, cerdo, cabras y antílopes. Las aves eran un manjar de los ricos.

Era necesario, como complemento de sus estructuras de vida y organización, viajar al desierto y realizar desplazamientos al exterior más cercano.

Toda la vida de Egipto está regida por la religión que otorga al faraón un carácter divino y que valoriza la existencia de la existencia ultraterrena en íntima conexión con la vida material. De aquí se deriva la enorme grandiosidad arquitectónica y su simbolismo, como la rigidez de las formas escultóricas, en íntima conexión con los conceptos de la inmutabilidad de las creencias del poder, al margen de las circunstancias del acontecer histórico.

La estética egipcia subyace bajo las formas del arte romano del Bajo Imperio, del arte bizantino y del copto, que influyeron fuertemente en el arte cristiano occidental, en los jeroglíficos y en la simbología del manierismo y, fundamentalmente, en amplios aspectos de arte de los siglos XIX y XX.

 Monumentalismo, racionalismo matemático, trascendencia de las relevantes formas arquitectónicas y escultóricas, tendencia a la abstracción, simbolismo que da continuidad intelectual a la realidad sensible, son aspectos, entre otros, que repetidamente han tenido la vigencia en la evolución artística occidental y de la que el arte egipcio es el paradigma, el arte a imitar.

Hacia el 3.000 a.C., se inicia la historia egipcia, precedida de un amplio período del que subsisten abundantes yacimientos prehistóricos, con el período tinita, que corresponde a las dos primeras dinastías.

Al tercer milenio corresponde el Imperio Antiguo al que sucede una etapa de relativa crisis.A mediados del segundo milenio se inicia el Imperio Nuevo, que ha de mantenerse hasta mediados del primer milenio. 

Las etapas del imperio saita, el correspondiente a la conquista persa (525 a.C.) y las fases helenística y de la dominación romana, señalan diversos jalones en la evolución del arte egipcio que se cierra a fines del siglo IV d, de C.

Aunque el Imperio egipcio era muy grande, la población se concentraba en una estrecha franja de terreno situada a orillas del río Nilo.

 

 











Esta franja se ensancha conforme el río se acerca a su desembocadura y acaba formando una amplia zona de tierra a modo de abanico que es la salida al mar.

Más allá de estas tierras fértiles se extendían las "tierras rojas", es decir, el desierto, donde casi no había animales ni plantas. Allí solo vivían pequeñas tribus nómadas y algunos campesinos que se concentraban en torno a los oasis. Pero este territorio también tenía su importancia, ya que servía como defensa natural frente a invasiones de países vecinos y de allí se extraían metales preciosos y piedras para las construcciones.

Los antiguos egipcios llamaban a su país Kemet (“Tierra negra”) para diferenciarla del desierto o deshret (“la tierra roja”).

La tierra negra era la cultivable, el fértil limo que el Nilo depositaba durante la inundación anual hasta donde podían llegar esas aguas. Este gran río, como hemos señalado, se originó con   la unión de otros dos grandes ríos: el Nilo Blanco y el Nilo Azul que se encontraron en Sudán, donde está situada la ciudad actual de Jartum.

El Nilo, tras un trayecto de unos seis mil kilómetros de longitud, y a medida que se aproxima al mar, se abre de forma muy extensa subdividiéndose en diversos brazos formando lo que los griegos llamaron Delta, a causa entre la semejanza de la letra de su alfabeto y la disposición de los brazos secundarios del río.

Al este y al oeste del Nilo se extienden el desierto oriental o Arábigo (montañoso) que desciende hacia el Mar Rojo, y el desierto occidental o Libio (arenoso) que constituye el borde oriental del Sáhara y que se interrumpe a unos doscientos kilómetros de distancia de este gran curso fluvial, debido a una serie de depresiones alineadas en dirección paralela al río y que constituyen los oasis.

Sin el Nilo, Egipto hubiera sido un desierto donde nunca se hubiera desarrollado una civilización milenaria como así ocurrió. Las inundaciones anuales del río eran enormes, pero cuando las aguas se retiraban, un conjunto de lagos, marismas y pantanos aparecían diseminados en el entorno, en las tierras emergentes. Se originaba un ecosistema apropiado para la vida de animales, y toda clase de aves y peces.

El río experimenta anualmente, una mansa y poderosa crecida que inunda evidentemente a todas las tierras a sus orillas. Los Egipcios aprendieron a controlar estas crecidas, construyendo diques y canales para contener la importancia de las aguas, almacenarlas y distribuirlas por las tierras circundantes. Así aumentó la superficie cultivable y creció la producción agrícola.


En este ambiente tan favorable  vivieron casi todas las primeras comunidades de cazadores-recolectores que empezaban a domesticar los animales y a cultivar las plantas, practicando junto a la caza y la recolección, el pastoreo, la cría de animales y la agricultura.

El clima y la naturaleza favorecían los desplazamientos, tanto a través de aquel desierto- que luego se convertiría en un obstáculo insuperable- como a lo largo del eje del río, donde las materias primas y las ideas se intercambiaban con igual frecuencia.

 



Templo de Filae, uno de los más bellos de Egipto. Se encuentra ubicado en una pequeña y encantadora isla dedicada a Isis, diosa del amor.

 Hacia el año 5000 a.C., cuando el clima empezó a hacerse cada vez más árido (parecido al actual), la población tuvo que luchar por su supervivencia y buscó su refugio natural en el Valle del Nilo donde existían condiciones de vida más favorables. Nacieron así las primeras aglomeraciones protourbanas que se establecieron al norte y al sur del país.

En el desarrollo de estas primeras comunidades fue necesario un orden para el desarrollo de la vida y la organización social y demás necesidades útiles para la convivencia comunitaria. Así se fue definiendo la figura del jefe, es decir el individuo que garantizaba la supervivencia de su pueblo, que organizaba el trabajo y la defensa contra los enemigos externos; en Egipto se llamaría Faraón y sería el soberano absoluto de Egipto que ejercería un poder totalmente autárquico, un sistema de gobierno caracterizado por ser monárquico, absolutista y teocrático.Los egipcios creían que su faraón era un dios viviente. Sólo él podía unificar el país y mantener el orden cósmico o Maat. También creían que cuando moría, alcanzaba la vida eterna, no solamente para él, sino también para su pueblo. Mandaba al ejército, fijaba los impuestos, juzgaba a los criminales y controlaba los templos.

Se asociaba al faraón con los dioses sol y cielo, especialmente con Horus, el dios cielo con cabeza de halcón. El nombre del faraón se escribía en el interior de un cartucho: un disco ovalado, símbolo del poder del rey sobre "todo lo que envuelve el sol". Él era el todopoderoso. Los visitantes besaban el suelo que pisaba. Pero aquel que lo tocara sin su permiso podía ser condenado a muerte.

El título de faraón era, sin dudas, el más poderoso que alguien, en la civilización del Antiguo Egipto, pudiera ostentar. Era el gobernante supremo de las tierras egipcias y no sólo poseía el poder político sino que también contaba con el poder religioso al considerarse que era descendiente de los mismos dioses.

El faraón se ubicaba en la cima de la pirámide social egipcia y tenía todos los privilegios, como también todo el poder sobre la población de la región.

 

          


                                           El Faraón egipcio Tutankhamón con el nemes

 

El acceso al poder por parte del faraón tenía que ver con la herencia y el linaje, al creerse que los faraones pertenecían a castas reinantes descendientes del mismo dios Horus o Ra (dependiendo del momento histórico de la civilización egipcia). Como tal, el faraón tenía a su cargo todas las atribuciones políticas, religiosas y económicas.

Por debajo de él se ubicaba la familia real, compuesta por su esposa e hijos. Luego, seguían los nobles y funcionarios que lo acompañaban en sus tareas. Los esclavos se ubicaban al final de la pirámide social y eran sin duda alguna el grupo social más numeroso, siempre al servicio del faraón.

 Los historiadores han señalado, los dignatarios y numerosos elementos característicos del faraón, aquellos que le daban poder, un poder divino sobre los demás y que lo ubicaban más cerca de los dioses.

 Entre sus símbolos debemos mencionar el Nemes o tela que se colocaba sobre su cabeza, generalmente a rayas, el flagelo y el cayado en sus brazos, la barba postiza, el Uraeus o cobra que se ubicaba sobre la cabeza, collares, vestimentas de gran riqueza y delicadeza, joyas de todo tipo que representaban por lo general a los animales característicos de la región.

El faraón Dyeser o Zoser, auténtico fundador de la dinastía III, fue enterrado en la pirámide escalonada de su nombre. Fue el responsable del impulso que situó a Egipto, recién salido del Neolítico, en la rampa de despegue del fabuloso imperio. Impulsó el Estado y forjó las bases del Imperio Su reinado marca el final de las dinastías tinitas, es decir las dinastías I y II, cuya capital era Tinis, ciudad. Y además significa el comienzo de las dinastías menfitas, así llamada por tener la capital en Menfis situada en Abidos, en el Alto Egipto, donde siempre vivió este faraón.

Funcionarios auxiliares en el gobierno. Muchas funciones del gobierno las delegaba el faraón a personas de su confianza, quienes le prestaban evidentemente una eficaz colaboración. Entre los principales funcionarios estaban;

El Escriba Real, que estaba encargado de llevar el cálculo de los ingresos agrícolas y de inspeccionar las industrias y el comercio. Para ello estas personas debían ser expertos en el manejo de los números y de la escritura.

 El Gran Visir, encargado de controlar los nomos (provincias), era el intermediario entre las autoridades y el faraón.

El Jefe del Sello del Estado, comparado actualmente con el Ministerios de Economía, quien tenía como función vigilar los ingresos fiscales y los gastos del Estado

El Gran Sacerdote, que tenía a su cargo el culto religioso y se preocupaba de presentar a los faraones como descendientes de los dioses.


Sacerdote del templo de Seshat. Los sacerdotes eran los servidores de los dioses. Se consideraba que el templo era, literalmente, la casa de la divinidad, y no un lugar de reunión para los fieles. En el caso de los templos egipcios, únicamente el faraón y el clero, al ser estos los sirvientes de los dioses, podían acceder más allá del primer patio.

 Uno de los elementos de la civilización egipcia más íntimamente relacionados con el faraón han sido las famosas pirámides. Eran construidas a petición del faraón con el objetivo de ser utilizadas como  su cámara de reposo y su conexión eterna con los dioses. Para conservar el cuerpo del faraón y permitirle así pasar a la otra vida, se le momificaba y se lo enterraba junto a todas sus pertenencias y riquezas. Se creía que de esta manera podría en- frentarse al juicio final y ser recibido por los dioses en el más allá.

           

                               

                                               Busto de la reina Nefertiti, la bellsima amada de Mut

 El Antiguo Egipto fue una civilización que se originó a lo largo del cauce medio y bajo del río Nilo, como hemos apuntado anteriormente, y que alcanza cuatro épocas, muy notorias, de esplendor faraónico en los periodos denominados Imperio Antiguo, Imperio Medio, e Imperio Nuevo.

La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3500 años. Comenzó con la unificación de algunas ciudades del valle del Nilo,​ alrededor del año 3150 a. C., y convencionalmente se da por terminado en el año 31 a. C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolomeico, que desaparece como Estado.

Administrativamente Egipto se dividió en Nomos, Hesp, o Hesput que no eran sino provincias que poseían su propia capital donde se rendía culto a uno o varios dioses. El número de estoNomos estaba en torno a 40 variando según las épocas y las fuentes.

La Tierra de los Faraones, Egipto, fue también “el país de Las Dos Tierras" de modo que geográficamente se divide en:

El Bajo Egipto al norte en la zona del Delta del Nilo con amplias y fértiles llanuras.

El Alto Egipto al sur en el Valle del Nilo, una estrecha franja junto a la orilla del río, y rodeada por desiertos.

Cronológicamente la historia del Antiguo Egipto se puede dividir en:

Periodo Predinástico, Periodo Protodinástico, y Periodo Arcaico (hasta 2700 a.C.). Se trata de la época más desconocida. Durante este periodo la población egipcia se aglutinó en numerosas ciudades tales como Sais, Buto o Letópoli, produciéndose la aparición de los primeros reinos egipcios, el Alto y el Bajo Egipto y su posterior unificación y la creación de la estructura de estado que perduró durante casi toda la historia del Egipto Antiguo. El primer faraón fue Narmer o Menes quien unifica el Alto y el Bajo Egipto

Imperio Antiguo (entre 2700 a.C. y 2250 a.C.) es la época de la consolidación definitiva del Estado y el momento en el que se construyeron las grandes pirámides. Destacan las de Zoser, Keops, Kefren y Micerino.

Primer Periodo Intermedio (entre 2250 a.C. y 2050 a.C.) El poder omnipresente del faraón se debilita y toman protagonismo líderes locales dando lugar a divisiones internas.

Imperio Medio (entre 2050 a.C. y 1800 a.C) Regresa la centralidad, la unidad y el poder del faraón.

Segundo Periodo Intermedio (entre 1800 a.C y 1550 a.C.) Los Hicsos dominaron, en su momento, gran parte de Egipto aprovechando las divisiones internas y la falta de un faraón único y poderoso. Importaron el caballo y el carro de combate, siendo su utilización en las invasiones un factor clave para su éxito.

Imperio Nuevo (entre 1550 a.C. y 1070 a.C.) Egipto se reunifica y fortalece. Es la época de importantes faraones como Ramses II o Tutankamon o Nefertiti.

Tercer Periodo Intermedio, Tardío o Helenístico (entre 1070 a.C y 30 a.C.) De nuevo las divisiones internas debilitaron Egipto.

 Se sufrió la invasión Asiria, la invasión Persa y la conquista por parte de Alejandro Magno.

Periodo Romano (entre 30 a.C y 640 d.C.) Egipto se convirtió en una provincia romana y terminó por difuminarse su identidad. Nadie fue capaz de leer la escritura jeroglífica y su historia permaneció en el olvido hasta que el francés Champollion logró descifrarla.

 

                  


El francés Jean-François Champollion, fue un historiador (lingüista y egiptólogo) considerado el padre de la egiptología por haber conseguido descifrar la escritura jeroglífica gracias principalmente al estudio de la piedra de Rosetta,

La sociedad

Las ciudades crecían en torno a los templos que ejercían una gran labor social. Las viviendas eran pequeñas pero las condiciones sanitarias e higiénicas eran muy buenas. También existían mansiones que pertenecían a las élites y clases acomodadas. El poder de los templos llegó a eclipsar al de algunos faraones, acumulando terrenos de cultivo, ganado e influencia política.

 

                        


                                                            Estructura de un templo egipcio

 Egipto debía importar metales, maderas, piedras, etc., pero producía trigo, cebada, lino, papiro...Ya hemos señalado que  la agricultura fue la base de la economía egipcia.

Los antiguos egipcios contribuyeron enormemente al desarrollo técnico de la humanidad. Casi todo el mundo piensa normal-mente en su arquitectura y en las grandes pirámides, pero su aportación va mucho más allá: el papiro, como primer material similar al papel el sistema decimal. la cirugía. etc.

La sociedad en la cultura egipcia estaba dividida en varias clases sociales, entre las que existía una gran desigualdad. Estas clases sociales eran las siguientes:

Los sacerdotes: pertenecían a una clase privilegiada, encargada de realizar el culto religioso. Cuidaban de los templos y los animales sagrados. Actuaban de intermediarios entre los dioses y los hombres.

Los escribas: eran hombres de vasta cultura, desempeñaban su función como verdaderos ministros de Estado, administrando el país, vigilando las construcciones, recibiendo y gestionando losproductos agrícolas, reclutando soldados para el ejército, llevando los libros de contabilidad y cobrando los impuestos.  



El escriba sentado. Presenta realismo en la acción de espera para escribir, pese a su inmovilismo.Los escribas del antiguo Egipto eran los encargados de inscribir, clasificar, contabilizar y copiar, utilizando varios tipos de escritura, como la hierática o demótica, que permitía escribir rápidamente, con la ayuda de un cálamo sobre papiros u ostracas  trozos de cerámica (o fragmentos calcáreos) que se utilizaban como borradores para aprender a escribir o pintar). Su atuendo era simple, era una falda hecha de lino o algodón.

 Los guerreros: eran los defensores del país y los conquistadores de nuevos territorios. Por sus hazañas recibían tierras y esclavos como premios y , en algunas otras circunstancias, podían tener el privilegio de contar con un sarcófago de piedra.

El pueblo: constituía la clase más numerosa en la cultura egipcia. Era muy plural y a ella pertenecían los agricultores, los artesanos y los comerciantes. Sus miembros estaban obligados a pagar impuestos, a servir como reclutas en tiempo de guerra, a realizar trabajos forzados. Aún en periodos de mala cosecha, debían cumplir con la entrega del diezmo.

Los esclavos: lo conformaban los prisioneros de guerra o los hombres comprados en los mercados extranjeros. Eran los sir-vientes  generalmente a las clases privilegiadas, en trabajos du ros, y estaban mal alimentados y peor vestidos.

La economía

La agricultura: esta actividad consistía en el trabajo de la tierra. Se araba con azadas y arados tirados por bueyes. Se cultivaba el trigo, la cebada, el lino, la uva, las hortalizas y también diversas legumbres, como apuntábamos al principio.

La ganadería fue desarrollada en grandes extensiones de tierras pertenecientes a los templos. En ellas se apacentaban numerosos rebaños de vacunos, ovinos y mulas.

La industria: tuvo gran importancia en la época de los faraones. Sobresalieron las industrias del tejido de lino, comparable a la seda; la elaboración de metales, con los que hacían utensilios, armas, joyas, espejos y peines; el curtido, la cerámica, alfarería, la fabricación de muebles, la confección de carrocerías y la preparación de una especie de papel, a base de papiro.

El comercio: esta actividad se desarrolló tanto por tierra como por mar en la cultura egipcia. Por tierra, sus caravanas llegaron hasta Siria, Palestina y Mesopotamia. Por mar, sus barcos navegaron por las costas de Siria y las islas del Mar Egeo. El comercio se realizaba normalmente mediante el trueque; a través de él se intercambiaban, los tejidos y objetos de arte y lujo, por ganados, maderas y metales.

Manifestaciones culturales

Los antiguos egipcios, llegaron a desarrollar con gran éxito una cultura muy sobresaliente, cuya máxima expresión podemos encontrarlas en las ciencias, las artes, la religión y la escritura.

Las ciencias, sobresalieron, entre ellos las siguientes:

Las matemáticas, en este campo sentaron los fundamentos de la aritmética y geometría. Conocieron la numeración decimal, tomando en cuenta las proporciones del cuerpo; inventaron como medida el pie, el cúbito y el palmo; determinaron los triángulos y rectángulos para formar escuadras.

Estos acontecimientos les sirvieron para medir sus tierras, trazar sus canales de irrigación y las obras de arquitectura monumental. utilizaron también las jarras, las balanzas y las pesas para medir productos agrícolas.

La astronomía: inventaron el calendario, de 365 días, divididos en 12 meses de 30 días cada uno, a los que agregaron un periodo de 5 días festivos. Este calendario lo conocemos hasta ahora por los romanos. Los egipcios conocieron tres estaciones muy im-portantes para su vida cotidiana: inundación, siembra y cosecha; descubrieron varios planetas: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno; inventaron el reloj de sol y sombra, y también el de agua; trazaron mapas celestes y determinaron los cuatro puntos cardinales.

La medicina: surgió debido a la necesidad de atender las lesiones recibidas comúnmente por los soldados en los campos de batalla y los muchos accidentes de los obreros, producidos en las grandes construcciones.

Supieron tratar fracturas, heridas, luxaciones, bajo la influencia de las supersticiones y el poder de los amuletos. Por ejemplo, al tomar alguna medicina, debían pronunciar ciertas palabras. Trataron las enfermedades propias de la época y destacaron en las técnicas de embalsamar y momificar los cadáveres.

El arte

Para los antiguos egipcios el arte no era un concepto abstracto. Las obras de los artistas y escultores tenían una finalidad práctica. No eran tan solo expresiones propias y tangibles de la inspiración y la imaginación.

Cuando se representaban artísticamente – la escultura, el relie-ve, la pintura y los figurines-, un objeto, una persona o incluso cualquier acontecimiento, y se le inscribía (o se recitaba) en una representación, la fórmula religiosa adecuada, su existencia se prolongaba eternamente.

 Recordemos, por ejemplo, que la finalidad de una estatua era asegurar la supervivencia de la persona representada durante el resto de la eternidad. Al recibir una inscripción con su nombre y con sus títulos, la estatua quedaba dotada mágicamente de aquella personalidad, a la que proporcionaba un eterno lugar de residencia para su espíritu después de la muerte. Por lo tanto cualquier representación ya fuera escultura, relieve o pintura, estaba proyectada para la eternidad. Las esculturas se solían  hacer en madera y metales como el cobre, más fáciles de manejar que la piedra. Las estelas funerarias, muy relevantes, alcanzaron un gran auge dentro del relieve.

Para un Egipcio de la época faraónica, una estatua tiene tanta vida como un ser vivo. La estatua ”viviente” tiene los mismos cuidados que el ser humano. Las ofrendas escritas en ellas, en realidad se confunde con el ser al que encarna. De ahí que se inscriba en ella el nombre y las cualidades de la persona representada. Una estatua anónima, que careciera de las inscripciones jeroglíficas, carecía de todo poder.

 El arte egipcio es funcional, bien como objetos cotidianos, bien como objetos funerarios o religiosos. De ahí que los objetos o las escenas que llenaban las tumbas para equipar a la persona fallecida en la otra vida, debían ser “reales”.

Todo aspecto de la vida pública y privada se hallaba enlazado con las pautas de las creencias y prácticas religiosas. El arte tuvo un sentido de unidad que persistió hasta que pasó a formar parte de Impero Romano, para eso transcurrieron tres mil años, hasta la muerte de Cleopatra.

 Sus características generales son: primero es una arte exclusivo para la Iglesia y el Estado (en Egipto ambas cosas son lo mismo). Ellos son los únicos clientes y los que marcan todo el estilo general. El artista es un ejecutor anónimo, es un artesano que cumple unas normas preestablecidas, no es un creador. En el arte egipcio no se estima la originalidad sino la precisión con la que el artista realiza los encargos y la solidez de éstos.

Por otro lado el arte es soporte de toda una iconografía religiosa y de poder. La imagen encierra toda una simbología que la exime de cualquier función estética. Se trata de transmitir el mensaje de la forma más clara posible. Nunca se liberaron de la imagen conceptual ni tampoco de la técnica completiva, por la que el retrato se compone de varios elementos mentalmente unidos y ópticamente incoherentes.

Renuncian a la perspectiva, para dar más claridad al mensaje. Por eso en escultura la frontalidad es sagrada, con unas reglas fijas que se repiten.

Pero la imagen- símbolo debe ser también duradera, eterna, para ser buena. Siempre se prefiere el macizo mejor que el vano, las formas puras y geométricas que dan la visión de orden pero también son más duraderas; adintelación mejor que arcos, rectas mejor que curvas, soportes simples pero enormes, materiales sólidos y eternos, la piedra en vez del ladrillo, esculturas bloque, etc.

La arquitectura

La arquitectura para la cultura egipcia tuvo un carácter religioso. Los monumentos arquitectónicos estuvieron inspirados en la existencia del más allá. Construyeron verdaderos monumentos, como las pirámides, las mastabas, los hipogeos y los templos.

Es lógico pensar que en una civilización donde se le concede tantísima importancia a la muerte-vida, el edificio principal debería ser la tumba. En ellas se aprecia una evolución desde la mastaba simple hasta la pirámide o el hipogeo.

Las Pirámides: Son considerables ,enormes y grandiosos monumentos construidos de granito, y a veces de otros materiales, de forma piramidal y base cuadrada. Con salas y sinuosos corredores internos. Fueron edificados cerca de la ciudad de Menfis, en el valle de Gizeh para servir de tumba a los faraones y sus familiares.

De las 40 pirámides importantes, que despiertan la admiración de los observadores, tres son las más conocidas e importantes: La pirámide de Keops, de 146 metros de altura. La pirámide de Kefrén, de 136 metros de altura y la pirámide de Micerino, de 62 metros de altura.

La gran pirámide de Keops que  tenía originalmente 146 metros de altura; hoy, por los estragos del tiempo solo tiene 137 metros. Para su construcción se emplearon dos millones trescientos mil bloques de piedra, cuyo promedio de peso por unidad, es de dos toneladas y media. Debieron trabajar en ella cien mil hombres durante más de veinte años.

Las mastabas son las construcciones más antiguas, tienen  forma de pirámide truncada, con una pequeña cámara subterránea, donde se enterraban los cadáveres momificados de los nobles. En su oscuro interior hay un pozo que se ciega y sobre el que se construye un edificio casi macizo con forma de paralelepípedo con alguna habitación adornada con relieves muy interesantes. Las más importantes son las de Sakkara.

 Si construimos varias mastabas superpuestas obtenemos como resultado la pirámide escalonada, como la de Zoser, y residente también en Sakkara, el cual contrató los servicios de Inhotep pa- ra realizar su tumba tan atractiva, algo que iba a convertirse en una costumbre: el faraón moraría para siempre en su tumba-casa eterna. Por evolución de ésta viene la pirámide equilátera clásica

             

                                                Pirámide de Zoser en Sakkara, al sur de la ciudad de Menfis

 

Los Hipogeos: Son tumbas subterráneas excavadas en las faldas de las montañas. En su interior había una capilla y un profundo pozo, en uno de cuyos lados se ubicaba la habitación de la momia que había sido en vida una persona rica y privilegiada.

 Los Templos: Estos monumentos arquitectónicos, que se han caracterizado por su aspecto majestuosos, fueron construidos para el culto a os dioses. A ellos se llegaba por sendas avenidas, adornadas por ambos lados con pequeñas esfinges. En la fachada había dos pirámides truncadas, una entrada con dos obeliscos y dos estatuas del dios venerado.

Constaba de las siguientes reparticiones:

La Sala Hipóstila para la reunión de los creyentes. La Sala de Aparición por donde salían los sacerdotes, situada a los costados de la nave. Un vestíbulo interior destinado a las oraciones. Los templos más famosos fueron los de Karnak y Luxor, en la ciudad de Tebas.

La escultura

Las formas más representativas del arte egipcio fueron: las esculturas denominadas de bulto redondo, los relieves y las pinturas. Adquieren un carácter definitivo hacia los comienzos del período dinástico. Los cambios artísticos, a través de los distintos períodos reflejan los cambios en la sociedad.

El escultor en Egipto era un personaje de segunda categoría (no así el arquitecto) por dedicarse a una actividad manual y es siempre un personaje anónimo y sin iniciativa creadora. Existían unas fórmulas que el artista debía acatar.

La escultura en Egipto está tan supeditada a la religión como la arquitectura y todas sus obras tienen un carácter utilitario, una finalidad no estética, la belleza de las mismas es algo secundario. La escultura egipcia es hierática, ceremoniosa, solemne. Las figuras humanas respetan excesivamente las reglas de la etiqueta oficial. Siempre se les representa de frente por respeto (frontalismo para dignificar)si se trata de bulto redondo y con la cabeza de perfil si es relieve.

 Las de bulto redondo padecen rigidez, estatismo, idealización, sin movimiento, sin ningún sentimentalismo, sin pasión. Los brazos están pegados al cuerpo (escultura en los  bloques por razones técnicas y para perdurar y tener mayor solidez); solamente hay unos ojos artificiales de pasta vítrea para acentuar la profundidad de su mirada. Se realizan normalmente en caliza, madera policromada y las más importantes en granito y basalto.

En cuanto al relieve suele ser un relieve bajo y policromado que se consigue reuniendo el contorno de la figura (hueco relieve). No se realiza ningún efecto de perspectiva, todas las figuras son del mismo tamaño excepto las del faraón para subrayar su poder. Se utiliza la técnica completiva: partes de frente como el busto y los ojos y partes de perfil como la cabeza, las piernas y los pies.

Las composiciones son siempre simétricas y perfectamente ordenadas simbólicamente. Los temas van desde las escenas cotidianas y los trabajos agrícolas hasta las grandes hazañas de los faraones, siempre contadas seleccionando los principales momentos y secuenciándolos en una hilera horizontal, uno detrás del otro. Se procura no dejar ningún espacio vacío (“horro vacui”).

El relieve puede ser en alzado o en huevo. En el primero se excava la superficie que rodea a las figuras hasta una profundidad de unos 5 m.m., de modo que los personajes y figuras destacan en el fondo. En el relieve en huevo, hundido o inciso, los perfiles de las figuras se graban en la superficie que permanece, quedando modeladas las figuras dentro de las mismas. El sistema de alzado se empleaba para los exteriores y el de huevo para los interiores. Las principales construcciones religiosas y las mejores tumbas privadas estaban decoradas con relieves . En Egipto las escrituras y las representaciones estaban estrechamente ligadas. Seguidamente exponemos la imagen de El alcalde del pueblo (El Cairo). Con su actitud característica de mirar al frente y caminar.

                                         


 

La mayor parte de la escultura egipcia que ha llegado a nosotros ha sido, evidentemente, a través de las tumbas. En estas se requiere la representación del muerto para que sirva de apoyo a su espíritu material y han de colocarse otras para que le sirvan de acompañamiento, reuniendo en la tumba todo aquello que le sirvió en la vida.

La imagen del muerto se caracteriza por su hieratismo solemne, como si así estuviese en presencia de la divinidad, mirando y caminando hacia el más allá.

Esta majestuosidad de las bellas formas escultóricas favorece las creencias de un arte simbólico, en el que la geometrización de éstas es otra característica significativa. Ahora bien, junto a las representaciones de los muertos, rígidas y solemnes, vemos otras esculturas en las que predomina el realismo naturalista, especialmente en los aushebti, pequeñas figuras de tierra cocida o de madera que representan escenas y oficios de la vida cotidiana.

Se inicia la escultura egipcia con los relieves de paletas de tocador para ungüentos y estelas en piedras duras, como las del rey Namer y la del rey Serpiente en El Cairo y en el Louvre respectivamente.

Al Imperio Antiguo pertenecen como obras características las figuras sedentes de Rahotep y Nefret (El Cairo), la figura entronizada de Kefrén (El Cairo), majestuosas y solemnes como las de Mikerinos, mientras ofrecen notas realistas como las de los escribas (Louvre), las del enano Seneb y su Beled (El Cairo).

En el Imperio Nuevo se advierte una cierta tendencia hacia la idealización en las hieráticas y majestuosas representaciones de los faraones como el el de Tutmes o Tutmosis III (El Cairo).

                                       

 El faraón Tutmosis III

 

A este momento corresponde el arte del período de Amenofis IV que, de acuerdo con la experiencia religiosa que promulga, crea la capital de Tell-el- Amarna, una escuela en la que predomina la expresión melancólica y realista de suma elegancia en la que sin detrimento de la suma majestuosidad, el artista insiste en la humanización. Es característica de este momento el busto de la reina Nefertiti, los varios retratos del faraón Amenofis y los relieves de los faraones con sus hijas.

La escultura de la cultura egipcia se caracterizó también por su rigidez y ausencia de rasgos sicológicos.

Entre las obras escultóricas también muy conocidas tenemos a los colosos y las esfinges.

 Los colosos son estatuas gigantescas que miden hasta 80 metros de altura. Representan a faraones sentados, colocadas a las entradas de las grandes ciudades como los colosos de Memnón, cerca de Tebas



Los colosos de Memnón son dos gigantescas estatuas de piedra que representan al faraón Amenhotep III situadas en la ribera occidental del Nilo, frente a la ciudad egipcia de Luxor, cerca de Medinet Habu y al sur de las grandes necrópolis Tebanas.

Otra escultura muy significativa es la famosa Esfinge que mide 20 metros de ancho por 19 de alto y 73,5 de largo. Es el símbolo del sol naciente, con cuerpo de león. Se ubica cerca de las pirámides de Gizeh. La roca en la que se ha esculpido la esfinge, produce ruidos especiales, en razón de que la porosidad del material aloja humedad atmosférica que al aparecer el sol, se escapa en forma de vapor.

La pintura

En las tumbas se han hallado numerosos ejemplos de la pintura egipcia, tanto en los famosos papiros como, fundamentalmente, decorando las paredes. Sobresalen en ellas las escenas de la vida cotidiana y de tipo religioso, en las que predominan los nítidos perfiles, de exquisitos dibujos. La pintura, por otra parte,contri-buye, poderosamente a la belleza de los relieves y de buen número de ejemplos en la escultura de bulto redondo.

La escritura .El aporte cultural

Los egipcios escribían con pequeñas cañas puntiagudas, moja-das en una especie de tinta, preparada a base de agua, goma y sustancias vegetales .Usaban como papel los tallos del papiro, que crecían en las orillas del río Nilo.

La escritura egipcia fue descifrada por el francés Jean-François Champollion en 1822. La clave fue proporcionada por el hallazgo de la Piedra Roseta en 1799, por el soldado Pierre-François Bouchard, cuando Napoleón Bonaparte realizaba la expedición al país del Nilo.

La Escritura jeroglífica es una escritura de difícil interpretación, pues está formada por signos e imágenes de animales y también por objetos. Se empleaba generalmente en las tumbas y en los templos.

Los jeroglíficos fueron un sistema de .escritura inventado por los antiguos egipcios fue utilizado desde la época pre-dinástica hasta el siglo IV. Los antiguos egipcios usaron tres tipos básicos de escritura: jeroglífica, hierática y demótica; esta última corresponde al Periodo tardío de Egipto.

     “ Es un sistema complejo, una escritura al mismo tiempo figurativa, simbólica y fonética, en un mismo texto, una misma frase, prácticamente casi diría en una misma palabra”.

                        (Jean-François Champollión)

 

Escritura Hierática es la misma escritura jeroglífica pero en forma abreviada. Su uso estuvo limitado a los sacerdotes y personas de gran cultura.

Escritura Demótica es la escritura hierática simplificada. La usaba la gente del pueblo. El aporte cultural

El aporte cultural a la cultura occidental se manifiesta a través de tres ideas fundamentales; la idea del alma, el juicio de los muertos y el calendario.

Consideraban que toda persona tenía dos partes; el cuerpo y el alma; este último seguía existiendo al producirse la muerte.

Así mismo, creían que el alma era juzgada por un tribunal de los dioses. Si se comprobaba, con certeza; que había llevado una vida pura, pasaba a gozar de la eterna felicidad.

Por último los antiguos egipcios le debemos la confección de un calendario de 365 días que subsiste hasta ahora, solo modificado en dos ocasiones; en el siglo I a.C. cuando se elaboró el Calendario Juliano y en 1582 cuando se estableció el Calendario Gregoriano (Gregorio XIII).

La religión egipcia

La religión egipcia presentaba las siguientes características:

 

Era politeísta, tenían muchos dioses. Creían que todos los cuerpos celestes, los elementos naturales, algunos animales y algunas plantas, eran sagrados. Así llegaron a explicarse muchos misterios de la naturaleza Era también antropomorfa, los dioses eran representados generalmente en forma humana y a veces con cabezas de animales.

Clases de Cultos

El culto religioso consistía en ceremonias mágicas, dedicadas a los dioses locales y nacionales.

En un principio antes de la unificación del Alto y Bajo Egipto, cada nomo o comunidad, rendía culto a sus dioses locales. Posteriormente durante el Imperio, muchos de estos dioses se convirtieron en dioses nacionales.

Las Principales divinidades

Entre las principales del Antiguo Egipto tenemos:

Horus, el Sol naciente, hijo de Osiris e Isis. Ra el Sol en el cenit o mediodía, era la divinidad principal de Egipto. Osiris, el Sol poniente representaba la fecundidad. Isis la Luna, reina de la noche. Seth la noche, simbolizaba la maldad. Anubis juez de los muertos. Thot protector de la sabiduría.

El mito de Osiris

Los egipcios creían firmemente que Osiris había enseñado al pueblo el cultivo de la tierra y las artes de la paz. Su hermano Seth, que era el dios de la noche y del mal, por celos, lo mato y lo descuartizó, arrojando sus restos al espacio. Horus hijo de Osiris sale del oriente y tras el feroz combate logra vencer a Seth

 

y venga a su padre Isis y su hijo, luego de juntar los restos dispersos, consiguieron devolverle a la vida. Pero Osiris no volvió a habitar este mundo, sino pasó a la morada de los dioses. Allí juzgaba las almas escogiendo a los virtuosos para disfrutar de la felicidad celestial.

Juicio a los muertos

De acuerdo a la mitología egipcia el alma comparecía ante el Tribunal de Osiris. Hasta allí era conducido por el dios Anubis, donde 42 jueces examinaban su conducta eterna. El dios Thot, pesaba los pecados en la balanza de la justicia. Si el platillo se inclinaba por el lado de la culpabilidad, el alma era destrozada por un perro; de lo contrario podía disfrutar la felicidad de los dioses.

Culto a los muertos

La cultura Egipcia veneraba mucho a los antepasados porque querían evidentemente conservar las enseñanzas morales y recordar los beneficios que habían recibido. Además, pensaban que el ser humano no moría por completo, pues su alma o ka, quedaba con vida, siempre y cuando el cadáver no se destruyera. Con tal fin practicaron la momificación.

Depositaban ofrendas en las tumbas y colocaban junto al muerto el Libro de los Muertos, que contenía la fórmula con que el alma debería defenderse ante el Tribunal de Osiris. Después de un año, la momia se colocaba en una barca, para ser arrastrada por las aguas del Nilo, con rumbo a la eternidad.

Culto a los animales, tenemos:

El buey Apis de color negro con frente blanca, la figura de un águila en el lomo y un escarabajo debajo de la lengua. a su muerte era momificado y enterrado en un cementerio llamado Serapeum. Los cocodrilos que vivían en los grandes templos atendidos por los sacerdotes. Otros animales adorados eran el Ibis, ave con la que se predecía el futuro; el ave fénix que resucitaba de sus cenizas; el halcón, el chacal, etc.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                             

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